Expertos de diversos organismos nacionales e internacionales del sector de la climatización, concluyen que los sistemas de climatización, utilizados para calefacción y refrigeración, en particular cuando integran renovación de aire, pueden contribuir a reducir la concentración del virus SARS-CoV-2 en el aire interior y, por lo tanto, disminuir el riesgo de transmisión.
• Las instalaciones de climatización son seguras y necesarias para alcanzar unas condiciones óptimas de bienestar e higiene en el interior de los edificios, mejorando la calidad del aire interior. • Espacios no acondicionados pueden provocar estrés térmico en personas, lo que puede perjudicar a quiénes estén en situación de convalecencia. Lo más recomendado es mantener unas condiciones interiores de temperatura en época de calefacción, entre 19ºC y 21ºC, y, en época de refrigeración, entre 24ºC y 26ºC, con una humedad relativa del 40%-60%. • Una adecuada ventilación de espacios, independiente o integrada en sistemas de climatización, garantiza una renovación permanente de aire, y ayuda a eliminar partículas suspendidas en el aire, de tal manera que reduce el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. • No es recomendable, para reducir la transmisión del virus, detener los sistemas e instalaciones de climatización y ventilación, siendo muy importante un buen mantenimiento de los mismos.
• Las instalaciones de climatización son seguras y necesarias para alcanzar unas condiciones óptimas de bienestar e higiene en el interior de los edificios, mejorando la calidad del aire interior. • Espacios no acondicionados pueden provocar estrés térmico en personas, lo que puede perjudicar a quiénes estén en situación de convalecencia. Lo más recomendado es mantener unas condiciones interiores de temperatura en época de calefacción, entre 19ºC y 21ºC, y, en época de refrigeración, entre 24ºC y 26ºC, con una humedad relativa del 40%-60%. • Una adecuada ventilación de espacios, independiente o integrada en sistemas de climatización, garantiza una renovación permanente de aire, y ayuda a eliminar partículas suspendidas en el aire, de tal manera que reduce el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. • No es recomendable, para reducir la transmisión del virus, detener los sistemas e instalaciones de climatización y ventilación, siendo muy importante un buen mantenimiento de los mismos.
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